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La forma cómo aprendemos, está cambiando

Internet está cambiando el modo cómo aprendemos. Podemos encontrar fuentes expertas (Online College, Dolors Reig) que nos explican cambios que está experimentando nuestra mente y nuestra forma de comportarnos a raíz de la explosión del uso de las nuevas tecnologías en la sociedad. De entre ellas destaco:

  1. Internet se convierte en nuestro disco duro externo y nos volvemos perezosos en memorizar los datos a los que podemos acceder fácilmente en un futuro.
  2. Se aprende de forma diferente, los datos se generan más rápido de lo que somos capaces de absorber y podemos aprovechar las capacidades de la mente en actividades más importante que almacenar información que se puede encontrar rápidamente en Google.
  3. Se lee de forma diferente, ya no se lee de forma constante, de izquierda a derecha y de arriba abajo. Ahora se escanea entre titulares, se salta de puntos en puntos, de viñetas en viñetas y sólo nos detenemos en las palabras resaltadas.
  4. Se desarrolla la capacidad de trabajar en multitarea.  Se pasa de una información a otra, de una pagina a otra; se tienen varios programas abiertos a la vez; se salta de un enlace a otro: textos, vídeos, imágenes… se coge un poquito de cada sin prestar profunda atención a ninguno; cada vez realizamos más cosas a la vez.
  5. Por otro lado, nuestra concentración está sufriendo las consecuencias y nos cuesta retener la atención constante en un tema en particular por un periodo grande de tiempo. Estamos constantemente interrumpidos y distraídos por nueva información que entra, tal como nuevos mensajes o comentarios instantáneos.
  6. También es verdad que cada vez somos mejores en encontrar la información que buscamos. Es como si antes la mente se especializara en recordar datos y ahora se centra en recordar cómo encontrarla y mejoramos las destrezas en filtrar y detectar la información relevante, por pura supervivencia.
  7. Con todo ello y, al contrario de cómo se pudiera creer, el coeficiente intelectual (CQ) está aumentando en vez de disminuir beneficiado por el gran número de estímulos a los cuáles estamos expuestos.
  8. Nos estamos convirtiendo en adictos a la tecnología; sin ella nos aburrimos.

Pero en vez de demonizar la situación y echar la culpa a la tecnología, lo que debemos hacer, especialmente desde nuestra situación de formadores, es identificar, ensalzar y aprovechar las nuevas  capacidades positivas que se desarrollan y, por otro lado,  ser conscientes mejorando y complementando aquellas de las que hay escasez que, en todo caso, seguro que son distintas a las que había hace unos años.

Actualmente nuestros jóvenes viven conectados, son interactivos y autodidactas; expertos en hacer varias cosas a la vez, creativos por naturaleza, solidarios hasta la médula. Son una generación inteligente y sofisticada, tienen todos los medios y todo el conocimiento a su alcance y al instante.  Se adaptan a las realidades cambiantes y aprenden a aprender.

En ese contexto los formadores no sabemos cómo conectar con ellos,  posiblemente les estamos aburriendo con nuestro sistema de enseñanza y con toda seguridad estamos infravalorando y desaprovechando sus capacidades.

Pero también es verdad que les ganamos en experiencia,  en amplitud de visión y, me atrevería a decir, que en comprensión global y, por eso, si somos capaces de focalizarnos en ellos podremos vislumbrar aquello que necesitan, aquello que realmente les complementa.

Ya no se trata de adquirir, aisladamente, conocimientos definitivos, sino de prepararse para elaborar, a lo largo de toda la vida un saber en constante evolución y de «aprender a ser». (UNESCO, 1973)

En este último punto es donde, nosotros como formadores, podemos apoyarles y complementarles como personas en formación que son y ofrecerles un elenco de capacidades sistémicas básicas, tal y como propone José Luis Lorente, que les eduque como personas. Destaco, a continuación, las que más apoyan a los factores anteriores:

  • Atención: Es la base del desarrollo humano. Sin ella, los procesos de aprendizaje, cambio y crecimiento son enormemente lentos o no se cuestionan. Cuanto más atención, más percibo y más aprendo de mí y de mi entorno y más puedo aprovechar la ingente cantidad de conocimiento que está a nuestro alrededor y el aprendizaje en las relaciones con los demás, incluso en la red.
  • Capacidad de respuesta: En función de cómo se viven los estímulos y se es capaz de elaborar de manera consciente las respuestas se aumenta o disminuye el potencial personal. Necesitamos aprender a ser y aprender a vivir con los demás.
  • Retroalimentación: Se aprende experimentando, se vive experimentando y tenemos que aprender de las experiencias realizadas con un bucle de retroalimentación que refuerza la manera de actuar o la cambia.
  • Autoconocimiento: Es el aprendizaje de uno mismo, el análisis de sus fortalezas y debilidades, básico para el desarrollo personal y profesional.
  • Automotivación: Es la actitud interna que nos empuja a aprender y a actuar. Esta actitud no viene del exterior ni nadie debiera provocárnosla, sino que se trata de una disposición interna activa, positiva, autogenerada y mantenida.

Hay más, pero son las que destaco como fundamentales, y se pueden enseñar.  Vamos a ver, desde nuestro puesto de formadores, cómo podemos introducir estas capacidades complementarias tan importantes para que sean capaces de aprovechar todo lo que tienen a su alcance para transformar el futuro hacia un mundo mejor.

5 Respuestas a “La forma cómo aprendemos, está cambiando

  1. Artículo interesante y profundo. He leído con detenimiento toda la información y estoy de acuerdo en el análisis de los cambios profundos que experimenta la juventud en los procesos de aprendizaje y en la ingente tarea de partir casi de cero en el planteamiento de la nueva formación, porque no es una renovación, es un nuevo modelo educativo que tiene poco que ver, en cuanto a metodología y contenidos, con el sistema actual.
    Hay que prodigarse más a menudo para que escuchen a las personas que tiene cosas importantes que decir.

    • Gracias, José Luis, por tus comentarios.
      No me queda más que decir que «vale, pues pongamos en marcha un nuevo modelo educativo» 🙂 Cuento con personas como tú que ya estáis en ello.

  2. Muy acertados los apuntes de este artículo, lo asocio con un un contenido que escuche de Diego Leal ( en Re-Aprender podcast), hablando de Aprendizaje Abierto y Aula Abierta, y cómo los avances tecnológicos a través de la web y los recursos de acceso a la información parecieran que van dejando sin discurso al docente de hoy, pues toda la información/contenidos, parece estar en la web a la vuelta de un clic…el punto es, sobre la conciencia que debemos empezar a desarrollar los docentes en esta era tecnológica para desarrollar propuestas y estrategias de aprendiza que favorezcan la estructuración del pensamiento de los estudiantes; sin duda alguna cómo enseñar a pensar en unas de las tareas y responsabilidades ineludibles de los docentes hoy por hoy, no importa en cuantas tecnologías, aparatos o conexiones este inmerso el aprendiz de esta generación.

    • Efectivamente, Anabel, de eso se trata. Del cambio de estructura del pensamiento que nuestros aprendices ya tienen, y del cambio de estructura del pensamiento que nosotros tenemos que hacer, como educadores, para poder ayudarles a ellos para sacar el máximo rendimiento de todo el contenido que hay disponible. Uno de los puntos fundamentales para poder navegar en la abundancia de información es la capacidad de discernir lo relevante y en eso podemos y debemos enseñarles mucho.

  3. Jorge Guerrero Reyes

    Yo no soy docente de profesión, pero en mi corta vida he venido realizando esa tarea, aúnque no sea en un aula, más bien la he forgado con quienes me ha tocado enseñparles – en especial con chicos de primaria-, y creo que lo importante de la enseñanza- aprendizaje introducción las nuevas tecnologias en ello, parte de que el docente tiene que ser conciente de que a la hora de realizar este proceso él también tiene que aprender, y no nadamás el alumno, por ello es muy importante que el método de enseñanza que vaya a utilizar sea fléxible a modificaciones en el transcurso del tiempo, y con ello me refiero a que se pueda introducir la utilización de estas nuevas tecnologias y las formas de manejo que los alumnos les estan dando.

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